lunes, 27 de marzo de 2017

4 argumentos contra los vientres de alquiler.

He recibido algunos correos por privado en los cuales se me pregunta por qué motivos estoy en contra de la legalización del vientre de alquiler (lo que por eufemismo se denomina ahora como gestación subrogada), así que aprovecho la ocasión y que el debate se ha avivado para elaborar una entrada en respuesta.

Si bien son 4 los argumentos principales por los que estoy en contra de la mencionada práctica, lo cierto es que mi respuesta podría resumirse en un único párrafo:

La legalización del vientre de alquiler supone un triple tipo de violencia: en primer lugar, violencia capitalista, en tanto que permite a la gente adinerada usar el cuerpo de la gente pobre en su propio beneficio; en segundo término, violencia adultista, ya que permite que las criaturas sean tratadas como simples bienes de consumo, como meras mercancías; y finalmente, violencia machista, en tanto que legaliza la explotación del cuerpo femenino y su sexualidad, al ser las mujeres reducidas a meras fábricas de producción que pueden ser controladas y privatizadas mediante dinero.

No obstante, voy a explicar esto detalladamente:

1- El vientre de alquiler es un nuevo mecanismo de explotación capitalista, a través del cual gente adinerada se aprovecha de las desgracias económicas de la gente pobre, utilizando el cuerpo ajeno en beneficio propio. Quienes se sometan a alquilar su cuerpo no serán las mujeres de alta clase, sino las de siempre, las pobres, las proletarias, a quienes por causa del sistema económico que la burguesía ha construido, no les queda otra más que agachar la cabeza y pasar por el aro.

La tolerancia a esta práctica, además, podría (sé que no tiene por qué ser así, no quiero caer en falacia) dar lugar a la tolerancia de otras prácticas, como la compra-venta de órganos, en beneficio de quienes explotan, humillan y esclavizan a trabajadores y trabajadoras a través del "derecho de libre empresa".

No obstante, a pesar de esto, hay quienes dirán que "no hay que privarle a una persona el derecho a ganarse la vida como pueda". Así pues, yo os pregunto: ¿por qué motivo, entonces, hasta hace poco tiempo criticabais que una familia de Mauritania cambiase a su hijo o hija por un camello o una lavadora, si simplemente "se ganaban la vida como podían"?

2- Los vientres de alquiler suponen una compra-venta de seres humanos, ya que unas personas se pueden llevar a una criatura gracias a poner dinero de por medio, como quien se lleva una mesa, un abrigo o un cuadro.

Hay quienes dicen que no, que lo que se paga es el trabajo de la mujer gestante. No obstante, esto no es cierto y voy a explicar por qué:

Supongamos que yo soy pintor y tengo una tienda. Para ganarme el dinero, trabajaría elaborando mis propios cuadros y los expondría ante un escaparate a la espera de que alguien me compre alguno. Pues bien, resulta que si yo pinto 5 cuadros y no vendo ninguno, no ganaré nada de dinero a pesar de todo mi esfuerzo. ¿Por qué? Porque nadie me paga por pintar cuadros. Me pagan por el producto final: los cuadros (en caso de que me los compren). Nadie pasa a mi tienda y me dice: "Tome usted, señor, una paga por haber elaborado esos cuadros tan bellos". No, no, no. Lo que la gente quiere es poder quedarse con mis cuadros, pues hasta que yo no lo consienta a cambio de dinero, son míos.

Lo mismo ocurre con el vientre de alquiler: lo que importa no es el trabajo de la mujer gestante. Lo que les importa a quienes pagan es llevarse al bebé como quien se lleva un libro de una librería. Si lo que importase fuese la gestación que ha realizado la mujer, le pagarían por haber gestado y ella se quedaría a la criatura. Pero resulta que si no entrega el producto final y acabado, no recibirá compensación económica (y en caso de haberla recibido de antemanto, tendrá que devolverla). No se paga el trabajo de "pintar al niño o la niña", sino la posibilidad de "sacar la criatura del escaparate y llevársela a casa".

Por ende, sí, el vientre de alquiler supone una compra-venta de bebés; una forma más de violencia adultista.

3- Hay quienes dicen que la criatura no es de la gestante, sino de quienes pagan porque son sus óvulos y/o espermatozoides. Esto supone algunas cosas muy serias:

- Supone pensar que padre o madre es solo quien pone la semillita, y no quien se ha ganado el derecho gracias al trabajo de cuidado que ha desempeñado. Por lo tanto, bajo esta premisa, si una mujer se queda en periodo de gestación y el varón la abandona, éste podría volver a los 10 años y reclamar la custodia tranquilamente. Quien se lo curró fue ella, estando ahí presente, atendiendo a las necesidades de la criatrua, etc. Pero, ea, "que lo importante es la semillita". También una familia podría tirar a su hijo o hija a la basura y aparecerse a los 10 años ante la familia de acogida exigiendo la entrega de "su hijo/a".

- Supone pensar que el haber estado 9 meses gestando un proyecto de ser humano no tiene valor alguno. Es volver a la vieja idea de que lo importante es el varón, que ha puesto "el homúnculo", y no el trabajo de gestación que ha llevado a cabo la mujer, quien es reducida a una simple vasija. Porque si poner tus esfuerzos, tu cansancio, tu gasto de energías, tu sangre... no es valorado y no te hace madre, sino quen se considera que el padre es él por haber puesto el espermatozoide... entonces, como siempre ha ocurrido, el foco de antención queda en el hombre, y la mujer, vista como una vasija.

- Supone tener mentalidad capitalista, opinando que lo importante no es realizar el trabajo, sino poner los medios de producción. Y yo lo tengo claro, "la tierra para quien la trabaja".

- Y supone, por último, problemas de legislación que explicaré en el siguiente punto. 

4- Moralmente y a nivel legislativo, se plantean numerosos problemas si se acepta como válido el vientre de alquiler; y todo este problema viene a raíz de la siguiente pregunta: ¿de quién es el bebé?

Si consideramos que la criatura nacida es de la gestante, porque ha puesto su empeño, su trabajo, sus esfuerzos, su sangre, su alimento... no cabe duda de que está vendiendo a su hijo o hija. Y esto, por supuesto, no puede tolerarse, ya que vender a tu hijo o hija es inmoral.

Pero si consideramos que el niño o la niña que nace no es de la gestante, hay que formularse las siguientes cuestiones:

- Desde el feminismo se ha repetido hasta la saciedad lo de "mi cuerpo es mío", y "mi cuerpo, mi decisión". Sin embargo, con el vientre de alquiler, el cuerpo ya no es de la mujer, dado que si no es su cigoto o embrión, entonces, si decide abortar porque no quiere seguir adelante con el proceso, ya no sería una decisión tomada sobre su cuerpo, sino sobre un ser ajeno a ella. Por lo tanto, estaría cometiendo un asesinato, al matar al hijo o la hija de otra familia. ¿La condenamos, entonces? Incluso podrían denunciarla por "daños y prejuicios".

- Por otro lado, si decide abortar, pero no se considera este acto un asesinato, sino una elección sobre su propio cuerpo, ¿recibirá alguna compensación por el esfuerzo realizado hasta el momento? Porque si se supone que se paga por el trabajo de gestación y no por la criatura, si ha trabajado durante 3 meses... ¿quién le compensa esos 3 meses? ¿O se quedará sin nada por no haber terminado su trabajo? ¿Tan poco vale el cuerpo y el trabajo de las mujeres que puede usarse durante 2, 3 meses... y ser desechado como si nada?

- Si no es su cuerpo, o incluso siendo su cuerpo, ¿puede ser forzada a llevar la gestación a término, so pena de ser multada por incumplir un contrato? ¿La encerramos en una casa o la atamos en una cama para forzarla a gestar y dar a luz?

- ¿Y si no quiere entregar a la criatura cuando nace? Si se considera que es de ella, está en su derecho. Pero si se considera que la criatura es de quienes ponen las semillas o el dinero, ¿quién compensa el daño emocional que sufra la mujer que no quiera entregar a ese ser con quien ha estado conectada durante los meses de gestación y de quien la obligan a separarse? ¿Podría ser acusada por robo esa mujer que sí ha establecido un vínculo afectivo con la criatura?

- Si se considera la gestación un trabajo pagable... ¿no se estarían incumpliendo los derechos laborales? Quiero decir, esa mujer está trabajando sin derecho a vacaciones, ni baja... y lo está haciendo durante 24 horas diarias. ¿En serio vamos a legislar un trabajo bajo esas condiciones?

Está claro: la mal llamada gestación subrogada es algo inmoral que no debe legalizarse. 

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