martes, 18 de noviembre de 2014

Si no te importa que aprendan, ¿por qué eres docente?

"En mi clase solo aprueba el 10 %. Es decir, que como sois alrededor de cien, solo aprobaréis diez".

Esto es lo que, orgullosamente, un profesor de mi facultad nos dijo una vez, el primer día de clase. A este profesor le encantaba ver que mucha gente suspendía su asignatura. Lo tomaba como algo fantástico que le enaltecía el ego. Él sentía que un o una buena docente es quien hace que aprobar su asignatura sea misión imposible. 

Si quienes estudiábamos su materia comprendíamos o no los contenidos... le era indiferente. El hecho de que aprendiésemos le importaba un pimiento. Solo quería inspirar temor y regodearse ante el resto del equipo docente de la facultad de lo que nos costaba llegar al 5. 

Y esto es, para mí, bochornoso.

La misión de un profesor o una profesora, no es enseñar, ni complicar o facilitar su asignatura. El trabajo del profesorado consiste, básica y secillamente, en que el alumnado aprenda. Si no consigues que tus discentes aprendan, entonces no puedes considerar que estés enseñando. Y si no enseñas, no te puedes sentir docente. Al menos no buen o buena docente.

Y es que...

- Para enseñar hay que poner el énfasis en el proceso de aprendizaje y no tanto en el proceso de enseñanza.

- Para enseñar hay que esforzarse todo lo que se pueda para que la mayoría de tus alumnas y alumnos comprendan lo que les pretendes transmitir, y no acabar sintiendo empatía por quienes "te lamen el culo" y enemistándote con quienes "no quieren dar un palo al agua". Si a alguien le cuesta más aprender o le parecen tus clases poco interesantes, no le abandones, sino apáñatelas para conseguir llegar al fondo de esa persona.

- Para enseñar hay que tener presente que no solo hay que conocer contenidos. También es preciso saber conseguir que aprendan y aprenderte a tus alumnos y alumnas.

- Para enseñar hay que tener una mente abierta, comprendiendo que tú no vales más que tus aprendices; y que en la tarea de enseñar, también se aprende. El profesorado es alumnado al mismo tiempo; y los educandos, docentes a su vez.

- Para enseñar no basta con saber ser maestra o maestro. También hay que amar la profesión y querer serlo.

Y si no te gusta; si no te interesa el aprendizaje de tu alumnado; si vas a irresponsabilizarte de tus chicos y chicas y a hacer mal tu trabajo... ¿por qué puñetas eres docente?
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...