viernes, 2 de noviembre de 2018

Usar la E no es lenguaje inclusivo.

Se está empezando a poner la moda, contra la imposibilidad de leer el arroba o la equis como signos para generar un lenguaje inclusivo, el uso de la letra E. 

Ya comenté en mi entrada anterior que estoy en contra del uso de la X, y que prefiero emplear un lenguaje dual para formar el lenguaje inclusivo, escribiendo "niños y niñas", "chicas y chicos", "mujeres y varones", "ellos y ellas", etc.

Ahora bien, ¿por qué estoy en contra del uso de la E también, si ésta es pronunciable? Sencillo: porque lejos de ser inclusivo, promueve un lenguaje que invisibiliza al género femenino y la violencia patriarcal.

Como con ejemplos todo se entiende fácilmente, vamos a verlo. Supongamos que abrimos un periódico que emplea la E como forma de realizar un lenguaje inclusivo y nos topamos con lo siguiente:

"Une niñe es violade por sus compañeres de clase en el baño del colegio...".

¿Lo notáis? "Une niñe" no nos da información sobre si la criatura violada es niño o niña; y "sus compañeres" no nos da información sobre si quienes han violado son chicos o chicas. Por lo tanto, la E omite la violencia estructural existente a raíz del patriarcado e invisibiliza que la violada es chica y los violadores son chicos.

Más ejemplos:

"Denuncia a la empresa por preguntarle a elle si iba a quedarse embarazade durante una entrevista de trabajo".

¿Es que queremos ocultar que son ellas y no ellos quienes sufren este tipo de violencia machista durante las entrevistas de trabajo o qué? 

"Elle mata a su pareje a puñaladas por querer salir con sus amigues a un pub con minifalda".

¿Es él quien le mata a ella por querer salir con sus amigos o amigas con minifalda o es ella quien le mata a él? A ver, que no queda claro si es un caso de violencia de género o es que ahora las mujeres matan a sus novios por salir con minifalda con el grupo.

Vamos, no me jodáis. La E no es inclusiva. ¡La E invisibiliza! Y lo que no se nombra, no existe... Ya veréis qué gracia nos va a hacer cuando este lenguaje destruya todo el trabajo hecho por el feminismo. Ya veréis.

miércoles, 13 de junio de 2018

¿Por qué no uso la X a la hora de escribir con género neutro?

Cuando escribo, a fin de no caer en el masculino genérico, siempre uso ambos géneros, el masculino y femenino. "Ellos y ellas", "chicos y chicas", "mujeres y varones", las y los...", etc.

Es por ello que hay quienes me preguntan que por qué no empleo la X, de forma que quede así: chicxs, niñxs, etcétera. 

Pues bien, lo hago por dos razones: una, por razones culturales y, la otra, por inclusión.

Voy a detallar los dos motivos:

1- Lee la siguiente frase:

Lxs niñxs estaban sentadxs en el parque con sus abuelxs.

Tenemos tan interiorizado el masculino genérico, que estoy cien por cien seguro que has leído: Los niños estaban sentados en el parque con sus abuelos.

Entonces, pienso yo: si la X cambia en el papel pero no en nuestras mentes, ¿qué cambia la X en realidad? Para mí, nada. Solamente cambia el cómo está escrito en el papel, pero no fomenta el lenguaje no sexista, sino que lo perpetúa. Por tanto, no sirve, en mi opinión.

Sin embargo, si digo:

Los niños y las niñas estaban en el parque con sus abuelas y abuelos.

Ahora sí que se ve reflejado el género femenino en el papel y en nuestras cabezas, y, por consiguiente, el lenguaje neutro se hace explícito.


2- Por otro lado, tengo entendido que las personas que padecen ceguera y escuchan los textos escritos no pueden leer aquellos que contienen la X porque no se pueden pronunciar las palabras. Es por ello que el lenguaje no sexista que emplea ambos géneros y no la X me parece más inclusivo.

Éstas son las dos razones por las cuales prefiero escribir así.

viernes, 20 de octubre de 2017

En educación, no todo es opinable.

Hace tiempo encontré trabajo como profesor de ajedrez en una escuela y decidí, por profundizar en contenidos ajedrecísticos y pedagógicos, hacer un curso de monitor de ajedrez por la Federación Madrileña de Ajedrez.

Aprendí algunas cosas gracias a la experiencia de docentes que llevaban años enseñando ajedrez a niños y niñas... pero me sorprendió que tan solo uno (que era psicólogo) tenía conocimientos didácticos.

De hecho, algunos sabían más o menos cómo enseñar determinadas cosas gracias al ensayo-error que llevaban practicando durante años, pero les cabía algunas dudas al respecto de cómo impartir ciertos contenidos.

Así pues, en un momento, un Maestro Internacional que nos dio las clases de táctica y de aperturas, formuló una pregunta para crear debate en clase.

Tras 5 años de Licenciatura en Pedagogía y varios años dando tumbos como docente por aquí y por allá, tenía más que clara la respuesta. Había investigaciones al respecto y la teoría psicopedagógica dejaba bien marcado el camino.

Al momento respondí con argumentos lógicos y demostrables... Y alguien, sin tener idea del tema, me replicó.

Ojo, no pongo en duda que siempre deba ponerse todo en cuestión, que el debate sea bueno y que cada cual tiene derecho a opinar... Aplaudo que la gente ponga las cosas en duda y no trague las ideas porque sí o porque yo lo diga.

Pero, leñe, me da rabia que en educación toooooodo sea opinable; hasta lo más "científicamente indiscutible"*.

Si una persona no sabe cómo operar un apendicitis, no le van a preguntar a alguien que se dedica a la albañilería cuál es su opinión, ni van a generar un debate al respecto en una clase sobre estudiantes de medicina.

Hay investigaciones, años de experiencia y métodos para operar que están más que claros. Otra cosa es que entre personas expertas puedan existir algunos puntos en los que se pueda diferir sobre si tal o cual cosa es mejor o no.

Pero parece ser que en educación todo el mundo puede opinar sobre cualquier cosa. Da igual que les saques estudios y conclusiones más que demostradas al respecto. Si a alguien se le mete que tal o cual cosa "es así porque yo así lo pienso", pues, ea, nada hay que hacer.

Por supuesto que la Pedagogía no es una ciencia exacta y existen muchos paradigmas y diversos puntos en los que podemos diferir entre las diferentes personas que a la educación nos dedicamos.

Pero, leñe, hay muchas cosas en las que estamos de acuerdo porque son cuestiones más que sabidas. Y aquello en lo que diferimos, lo haceos con criterios, no porque nos sale de las narices.

Y es aquí donde me da rabia que todo el mundo pueda opinar al respecto sin si quiera pararse a preguntar, leer o escuchar a quien teóricamente puede saber.

El profesor me escuchó, me dijo que se notaba que dominaba el tema y que se quedaba con mi aporte, pero el chaval que me replicó dijo que no le convencía y punto.

Pues bueno, no le voy a poner una pistola en la cabeza a nadie. Cada cual que piense lo que quiera.

T solo dijo una cosa clara: cuando la ciencia se llena de opiniones, deja de ser ciencia.

Y la Pedagogía, guste o no, es una ciencia. Así que lo siento, pero no, no todo en educación es opinable. 

* Digo "científicamente indiscutible" entre comillas porque todo en ciencia es discutible. Las teorías cambian con las nuevas investigaciones y lo que caracteriza a la ciencia es la no aceptación de dogmas, sino el poner todo en cuestión e investigar constantemente. No obstante, mientras no se demuestre lo contrario, no nos cabe otra más que afirmar que los estudios indican que estadísticamente las cosas son de esa manera y no de aquella otra que se propone.

lunes, 27 de marzo de 2017

4 argumentos contra los vientres de alquiler.

He recibido algunos correos por privado en los cuales se me pregunta por qué motivos estoy en contra de la legalización del vientre de alquiler (lo que por eufemismo se denomina ahora como gestación subrogada), así que aprovecho la ocasión y que el debate se ha avivado para elaborar una entrada en respuesta.

Si bien son 4 los argumentos principales por los que estoy en contra de la mencionada práctica, lo cierto es que mi respuesta podría resumirse en un único párrafo:

La legalización del vientre de alquiler supone un triple tipo de violencia: en primer lugar, violencia capitalista, en tanto que permite a la gente adinerada usar el cuerpo de la gente pobre en su propio beneficio; en segundo término, violencia adultista, ya que permite que las criaturas sean tratadas como simples bienes de consumo, como meras mercancías; y finalmente, violencia machista, en tanto que legaliza la explotación del cuerpo femenino y su sexualidad, al ser las mujeres reducidas a meras fábricas de producción que pueden ser controladas y privatizadas mediante dinero.

No obstante, voy a explicar esto detalladamente:

1- El vientre de alquiler es un nuevo mecanismo de explotación capitalista, a través del cual gente adinerada se aprovecha de las desgracias económicas de la gente pobre, utilizando el cuerpo ajeno en beneficio propio. Quienes se sometan a alquilar su cuerpo no serán las mujeres de alta clase, sino las de siempre, las pobres, las proletarias, a quienes por causa del sistema económico que la burguesía ha construido, no les queda otra más que agachar la cabeza y pasar por el aro.

La tolerancia a esta práctica, además, podría (sé que no tiene por qué ser así, no quiero caer en falacia) dar lugar a la tolerancia de otras prácticas, como la compra-venta de órganos, en beneficio de quienes explotan, humillan y esclavizan a trabajadores y trabajadoras a través del "derecho de libre empresa".

No obstante, a pesar de esto, hay quienes dirán que "no hay que privarle a una persona el derecho a ganarse la vida como pueda". Así pues, yo os pregunto: ¿por qué motivo, entonces, hasta hace poco tiempo criticabais que una familia de Mauritania cambiase a su hijo o hija por un camello o una lavadora, si simplemente "se ganaban la vida como podían"?

2- Los vientres de alquiler suponen una compra-venta de seres humanos, ya que unas personas se pueden llevar a una criatura gracias a poner dinero de por medio, como quien se lleva una mesa, un abrigo o un cuadro.

Hay quienes dicen que no, que lo que se paga es el trabajo de la mujer gestante. No obstante, esto no es cierto y voy a explicar por qué:

Supongamos que yo soy pintor y tengo una tienda. Para ganarme el dinero, trabajaría elaborando mis propios cuadros y los expondría ante un escaparate a la espera de que alguien me compre alguno. Pues bien, resulta que si yo pinto 5 cuadros y no vendo ninguno, no ganaré nada de dinero a pesar de todo mi esfuerzo. ¿Por qué? Porque nadie me paga por pintar cuadros. Me pagan por el producto final: los cuadros (en caso de que me los compren). Nadie pasa a mi tienda y me dice: "Tome usted, señor, una paga por haber elaborado esos cuadros tan bellos". No, no, no. Lo que la gente quiere es poder quedarse con mis cuadros, pues hasta que yo no lo consienta a cambio de dinero, son míos.

Lo mismo ocurre con el vientre de alquiler: lo que importa no es el trabajo de la mujer gestante. Lo que les importa a quienes pagan es llevarse al bebé como quien se lleva un libro de una librería. Si lo que importase fuese la gestación que ha realizado la mujer, le pagarían por haber gestado y ella se quedaría a la criatura. Pero resulta que si no entrega el producto final y acabado, no recibirá compensación económica (y en caso de haberla recibido de antemanto, tendrá que devolverla). No se paga el trabajo de "pintar al niño o la niña", sino la posibilidad de "sacar la criatura del escaparate y llevársela a casa".

Por ende, sí, el vientre de alquiler supone una compra-venta de bebés; una forma más de violencia adultista.

3- Hay quienes dicen que la criatura no es de la gestante, sino de quienes pagan porque son sus óvulos y/o espermatozoides. Esto supone algunas cosas muy serias:

- Supone pensar que padre o madre es solo quien pone la semillita, y no quien se ha ganado el derecho gracias al trabajo de cuidado que ha desempeñado. Por lo tanto, bajo esta premisa, si una mujer se queda en periodo de gestación y el varón la abandona, éste podría volver a los 10 años y reclamar la custodia tranquilamente. Quien se lo curró fue ella, estando ahí presente, atendiendo a las necesidades de la criatrua, etc. Pero, ea, "que lo importante es la semillita". También una familia podría tirar a su hijo o hija a la basura y aparecerse a los 10 años ante la familia de acogida exigiendo la entrega de "su hijo/a".

- Supone pensar que el haber estado 9 meses gestando un proyecto de ser humano no tiene valor alguno. Es volver a la vieja idea de que lo importante es el varón, que ha puesto "el homúnculo", y no el trabajo de gestación que ha llevado a cabo la mujer, quien es reducida a una simple vasija. Porque si poner tus esfuerzos, tu cansancio, tu gasto de energías, tu sangre... no es valorado y no te hace madre, sino quen se considera que el padre es él por haber puesto el espermatozoide... entonces, como siempre ha ocurrido, el foco de antención queda en el hombre, y la mujer, vista como una vasija.

- Supone tener mentalidad capitalista, opinando que lo importante no es realizar el trabajo, sino poner los medios de producción. Y yo lo tengo claro, "la tierra para quien la trabaja".

- Y supone, por último, problemas de legislación que explicaré en el siguiente punto. 

4- Moralmente y a nivel legislativo, se plantean numerosos problemas si se acepta como válido el vientre de alquiler; y todo este problema viene a raíz de la siguiente pregunta: ¿de quién es el bebé?

Si consideramos que la criatura nacida es de la gestante, porque ha puesto su empeño, su trabajo, sus esfuerzos, su sangre, su alimento... no cabe duda de que está vendiendo a su hijo o hija. Y esto, por supuesto, no puede tolerarse, ya que vender a tu hijo o hija es inmoral.

Pero si consideramos que el niño o la niña que nace no es de la gestante, hay que formularse las siguientes cuestiones:

- Desde el feminismo se ha repetido hasta la saciedad lo de "mi cuerpo es mío", y "mi cuerpo, mi decisión". Sin embargo, con el vientre de alquiler, el cuerpo ya no es de la mujer, dado que si no es su cigoto o embrión, entonces, si decide abortar porque no quiere seguir adelante con el proceso, ya no sería una decisión tomada sobre su cuerpo, sino sobre un ser ajeno a ella. Por lo tanto, estaría cometiendo un asesinato, al matar al hijo o la hija de otra familia. ¿La condenamos, entonces? Incluso podrían denunciarla por "daños y prejuicios".

- Por otro lado, si decide abortar, pero no se considera este acto un asesinato, sino una elección sobre su propio cuerpo, ¿recibirá alguna compensación por el esfuerzo realizado hasta el momento? Porque si se supone que se paga por el trabajo de gestación y no por la criatura, si ha trabajado durante 3 meses... ¿quién le compensa esos 3 meses? ¿O se quedará sin nada por no haber terminado su trabajo? ¿Tan poco vale el cuerpo y el trabajo de las mujeres que puede usarse durante 2, 3 meses... y ser desechado como si nada?

- Si no es su cuerpo, o incluso siendo su cuerpo, ¿puede ser forzada a llevar la gestación a término, so pena de ser multada por incumplir un contrato? ¿La encerramos en una casa o la atamos en una cama para forzarla a gestar y dar a luz?

- ¿Y si no quiere entregar a la criatura cuando nace? Si se considera que es de ella, está en su derecho. Pero si se considera que la criatura es de quienes ponen las semillas o el dinero, ¿quién compensa el daño emocional que sufra la mujer que no quiera entregar a ese ser con quien ha estado conectada durante los meses de gestación y de quien la obligan a separarse? ¿Podría ser acusada por robo esa mujer que sí ha establecido un vínculo afectivo con la criatura?

- Si se considera la gestación un trabajo pagable... ¿no se estarían incumpliendo los derechos laborales? Quiero decir, esa mujer está trabajando sin derecho a vacaciones, ni baja... y lo está haciendo durante 24 horas diarias. ¿En serio vamos a legislar un trabajo bajo esas condiciones?

Está claro: la mal llamada gestación subrogada es algo inmoral que no debe legalizarse. 

viernes, 24 de marzo de 2017

La leche viene del cartón y el pollo es solo asado.

Hace tiempo, dando unas clases de apoyo a un grupo de niños y niñas de 5 años, hicimos un ejercicio de dibujo. El ejercicio consistía en sacar una ficha de una caja en la que venía escrito el nombre de un animal, un producto, etc. Las niñas y los niños tenían que dibujar de dónde venía el producto o cómo era lo que les había tocado.

Fue sorprendente, porque descubrí la carencia absoluta de cercanía con la naturaleza que tenían las criaturas.

Hubo una niña a la que le tocó dibujar un pollo; y el pollo lo dibujó... asado. Me quedé alucinado. Así pues, le pregunté si sabría dibujar un pollito vivo en otra hoja, con su cabeza, las plumas..., a lo que respondió: "Los pollos no viven ni tienen cabeza ni plumas".

Nunca había visto la niña un pollo vivo y entero en su vida...

Pero es que otro niño, que tenía que dibujar de dónde venía la leche (de vaca), no dibujó una vaca... Lo que dibujó fue un Tetra-Brick. 

Los niños y las niñas no tienen ni el más mínimo contacto con la naturaleza. Y eso muestra por qué hay tanto especismo, tanta contaminación, tanta destrucción del planeta.

El ser humano es una especie alejada de la naturaleza. No nos acercamos a ella, y por lo tanto la vemos como algo inexistente, pero que está ahí y debemos cuidar y proteger. 

Es por ello que abogo por un modelo pedagógico diferente, que salga de los libros y se aproxime a la naturaleza y a la realidad, aprendiendo a comprenderla y a convivir con ella.

Ya sabéis: ojos que no ven, corazón que no siente.

Hagamos ver a las criaturas para permitirles sentir con mayor facilidad.

lunes, 20 de febrero de 2017

El truco perfecto del poder para acabar con el concepto de opresión.

Quienes nos movemos en círculos de movimientos sociales tales como el anti-especismo, el paidocentrismo, el comunismo (libertario o autoritario), el feminismo, el movimiento LGTB... sabemos y tenemos bien claro que la cultura que nos rodea es especista, patriarcal, adultocentrista, capitalista, clasista, homófoba, racista, etc.

Y dado que la cultura tiene estas características, nos topamos con que unas personas están oprimidas mientras que otras se ven privilegiadas, favorecidas, beneficiadas, por el sistema.

Por ejemplo, una criatura que nazca en un país pobre y en una familia que no tiene ni para comer, no tendrá las mismas oportunidades en la vida que otra criatura que nazca en una familia adinerada.

Está claro que no se le golpea a nadie en esta vida por ser heterosexual, mientras que la gente homosexual, bisexual... puede sufrir acoso, agresiones, etc, por el simple hecho de relacionarse con una persona de su mismo sexo.

Asimismo, no es lo mismo nacer de la especie humana que nacer de cualquier otra especie animal, ya que ni un toro nos capotea y pone banderillas, ni una vaca nos quita a nuestra prole para lucrarse económicamente.

Es obvio que hay gente en este planeta que está arriba, en una posición privilegiada y opresora, mientras que hay gente que está abajo, en una posición oprimida.

Vamos, que queda claro que hay categorías (a veces dicotómicas, como varón-mujer; persona nacional-persona extranjera; ser humano-animal; y a veces  politómicas, como por ejemplo clase alta-clase media-clase baja) que colocan a un colectivo arriba y por ende, privilegiado y opresor, y a otro colectivo, abajo, y por consiguiente, oprimido.

Hasta aquí nada nuevo bajo el Sol. ¿Cierto?

El caso es que para poder darnos cuenta de esto, necesitamos hacer algo sumamente importante: analizar qué categorías llevan a un grupo de personas a estar arriba o a estar abajo

Para darnos cuenta de que una persona heterosexual está privilegiada frente a otra homo o bisexual, es necesario que sepamos que hay personas a las que se las considera homosexuales, bisexuales o heterosexuales, y que en función de su orientación sexual van a recibir un trato u otro.

Para poder ver claramente que existe el especismo y que la especie humana tortura y explota a los animales, tenemos que dejar claro que aunque el Homo sapiens es un animal, no se identifica socialmente como tal y en base a esa diferencia recibe un trato superior al resto de especies.

Para poder ver claramente que una mujer sufre violencia de género por el simple hecho de ser mujer, tenemos que tener claro que hay personas en este mundo a las que se les considera mujeres y personas a las que se les considera varones.

Para darnos cuenta de que la cultura es adultocenrtista y que las personas adultas están por encima de las no adultas, tenemos que ser conscientes de que en nuestra culutra existe la categoría "Edad" y que en base a ella se le otorgan unos derechos a unas personas y a otras se les deniegan. 

Y que quede bien pero bien clarito: solo podemos hablar de opresión, de privilegios, de cultura hetero patriarcal, capitalista, especista... si nos damos cuenta de que nos guste o no, existen grupos encasillados en una bolsa con una etiqueta y otros grupos encasillados en otra bolsa con una etiqueta bien diferente.

Si no existen tales grupos, no tenemos nada de qué hablar. Si negamos la existencia de los grupos "Ser humano" y "Animales", no podemos hablar de especismo. Si negamos la existencia de los grupos "Persona blanca" y "Persona de cualquier otro color de piel que quieras insertar aquí", no podemos hablar de racismo. Si decimos que no hay "varones" ni "mujeres", no podemos hablar de patriarcado.

Porque si no existen las categorías que llevan a unas personas a estar favorecidas socialmente y a otras a estar desprivilegiadas, ¿qué sentido tiene hablar de opresión?

Pues bien, esto es lo que está ocurriendo: el poder se las está apañando para cambiar la lengua y que ya no podamos hablar de la existencia de categorías fijas que son inculcadas por la cultura. El poder se las está ingeniando para que ahora seamos lo que queramos ser a conveniencia, de forma que si yo mañana quiero decir que soy mujer, pues sor mujer, porque lo digo yo y punto.

Sí, sí. La cultura se la pasan por el ojo del culo. Ahora, a raíz del movimiento transgénero queer, cualquiera puede ser cualquier cosa solo por decir que así lo siente.

Y esto es el truco perfecto del poder para acabar con el concepto de opresión y con todo movimiento social que pretenda cambiar el sistema, dado que hablar de machismo, de estatismo, de clasismo, de capitalismo, de especismo... no tendrá ningún sentido.

¿Por qué? Muy sencillo:

Supongamos que yo, considerado socialmente como varón y por lo tanto educado como tal, mañana le pego una paliza a una mujer por ser mujer, es decir, que cometo un acto de violencia machista. Pero cuando llegue el juicio, yo digo: "No, no me pongan el agravante por violencia de género, porque yo no soy varón, sino que soy mujer". Y ya está. Digo que "soy mujer" y en un segundo he acabado con la idea de que pertenezco al género opresor y si hace falta convierto a mi víctima en agresora bajo la excusa de que niega mi identidad y me está oprimiendo. Y así,  ¿qué sentido tendría hablar de que pertenezco al género opresor y que he usado mi privilegio para hundir a esa mujer? ¿Qué sentido tendría la necesidad del feminismo si no se me puede señalar como persona perteneciente al género opresor y privilegiado si yo digo formar parte de otro género? Ninguno. 

Y solo con esa frase: "Yo soy mujer", porque sí, porque lo digo yo, se acabó el decir que las mujeres no podían votar, porque, TERFS, ¿quién no os dice a vosotras que esas personas a las que llamais "mujeres oprimidas por el sistema patriarcal y que no tenían derecho al voto"... eran mujeres? Porque no les habéis preguntado por su identidad de género. A lo mejor se consideraban varones. Y por lo tanto, nunca ha existido la prohibición del voto femenino.

Es más, ¿quién os dice a vosotros y vosotras, anti-capitalistas, que Amancio Ortega es un burgués, capitalista y explotador? A lo mejor este señor se siente del proletariado y le estáis oprimiendo. ¿Que él tiene el capital y explota gente? ¿Qué tontería es esa? ¿Le habéis preguntado, acaso, por su identidad de clase? Es más, a lo mejor Amancio no es un explotador, sino una explotadora, y no debemos decir que la mayor parte del capital se encuentra en manos masculinas, sino en manos de una burguesa, y que no es cierto que la pobreza esté feminizada (por no contar que a lo mejor el obrero o la obrera que trabaja en un zulo durante 14 horas diarias y por un mísero sueldo se siente una persona adinerada, y por ende, es él o ella quien realmente está oprimiendo al pobre proletario -o la pobre proletaria- de Amancio Ortega).

¿Y por qué llamarme a mí especista si mañana dejo de ser vegetariano, mato a un lechal con mis propias manos y me lo como? Tal vez yo no me siento Homo sapiens. ¿Y si digo que me siento una serpiente, o un león, o un lince? En realidad ese acto de matar al lechal y comérmelo, no sería especista, porque como no me identifico como ser humano, no estoy privilegiado frente al animal, sino que simplemente he seguido mis impulsos como cualquier otro animal carnívoro.

¿Veis? Si desaparecen las categorias que encasillan a las personas, ya no podremos hablar de opresión. Si cualquiera puede ser cualquier cosa solo porque así lo siente, no tendrán ningún sentido los movimientos sociales, porque cualquiera podrá negar pertenecer a los grupos privilegiados a su conveniencia y hacer lo que le plazca con los colectivos oprimidos.

Y sí, ya sé que justamente ésa es nuestra intención: que deje de haber géneros, razas, identidades sexuales... y que puede sonar incoherente hacer uso de tales categorías.

Pero es que una cosa es buscar su destrucción y otra cosa bien distinta, a ver si nos entra en la cabeza, es negar su actual existencia. Una cosa es que deseemos que desaparezca el género y otra cosa es inventarnos un inexistente mundo de yupi a través del cual negamos la realidad.

Nos guste o no, mujer, varón, blanco/a, negro/a... no se nace, sino que se hace; se hace por una cultura que nos viene dada al nacer. No es un sentimiento, sino una construcción social. Y para acabar con esta triste realidad hay que destruir esa construcción. Vamos, que para crear un mundo nuevo primero hay que destruir el ya existente. Construir sobre lo que tenemos no nos llevará a avanzar, sino a mantener la mierda maquillada.

Si tenemos un vertedero y ponemos un parque encima, eso no quitará que ahí debajo, en la raíz, hay un vertedero. El parque será un maquillaje y nos parecerá bonito... hasta que el vertedero pase factura y empiece a degradar el parque. Primero tenemos que limpiar y quitar el vertedero y luego ya pondremos el parque.

Es por eso que se hace imprescindible señalar y denunciar que existe tal vertedero y no decir que a lo mejor el vertedero se siente agua potable que podemos beber, porque nos vamos a tragar la mierda y nos vamos a intoxicar de lo lindo.

Primero destruir y luego crear. Y o vemos esto claramente, o el día menos pensado nos dan un golpe de Estado y el dictador o la dictadora dice sentirse anarquista y las balas que nos lancen van a ser flores.

miércoles, 15 de febrero de 2017

El transfeminismo del neo-machirulo cutre-queer.

Me llamo Enrique, pero me llaman Kike. Nací varón. O al menos eso dicen, porque nací con pene. Bueno, eso dicen, porque en realidad mi pene es una vagina y por culpa de él me preguntan en las entrevistas de trabajo si me voy a quedar embarazada, hecho por el cual no me seleccionan o me despiden al poco tiempo.

Desde mi más tierna infancia, me ha gustado jugar al ajedrez, practicar karate, dibujar... Pero también jugaba a las papás y a las mamás, con muñecas... Y he de ser sincero: adoro la cocina; me fascina cocinar.

Así que, como he hecho toda mi vida y hago cosas de mujeres, claramente no soy varón. Quede claro: soy mujer. Soy mujer porque hago cosas de mujeres (no, no soy sexista, pero es que cocinar es de mujeres, que lo sabe todo el mundo).Y me gustan.

Y aunque tenga pene entre las piernas, si a alguna de vosotras, feminazis (perdón, TERFS, que este insulto me viene mejor para despreciar a las mujeres sin que me puedan llamar machirulo), se os ocurre decir que soy varón y que oprimo a mis compañeras también mujeres, que sepáis que me estáis oprimiendo.

Sí, vosotras, feminazis, TERFS, me oprimís. Me oprimís cada vez que negáis que soy mujer y cada vez que que decís que soy del género opresor.

Porque, que lo sepáis, ser mujer es una construcción social, y puedo decir ser mujer si me da la gana y cuando me dé la gana. 

Y vosotras, TERFS, sois unas auténticas locas del coño. ¿Por qué no me dejáis entrar en los espacios feministas no mixtos? ¡Yo soy mujer, como vosotras! Y no solo sufro opresión por género, sino que además sufro opresión por vuestra culpa.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

No, no me he vuelto loco. Tranquilidad. Sé que esto que acabo de soltar es una auténtica estupidez. Jugar a las muñecas no vuelve niña a un niño; ni llevar falda no vuelve mujer a un varón; ni se puede ser mujer con solo decir "soy mujer"; y, por supuesto, no puede haber un varón oprimido por las feministas, solo porque ese varón dice ser mujer así porque sí.

Pero desgraciadamente, hay una corriente "transgénero" por la cual, en lugar de luchar contra el género (tarea que el feminismo siempre ha llevado a cabo), se busca reforzar la idea de género, inventando tropecientos mil géneros nuevos, y que además basta con decir "soy esto o lo otro" para serlo.

Para esta corriente, si digo "soy mujer", ya soy mujer. Y lo que es peor: encasillan a las personas en géneros en función de los roles que siguen.

Por ejemplo, mientras que el feminismo dice que jugar al fútbol no es de niños ni de niñas, y que las muñecas tampoco son ni de niñas ni de niños, esta gente dice que el fútbol es de chicos y que las muñecas son de chicas; y, por ende, que si eres chica y juegas al fútbol, es que en realidad eres chico; y que si eres chico y juegas a las muñecas, harías bien en considerarte mujer.

De hecho, hay hombres (sí, hombres) que llegan a espacios feministas no mixtos, dicen que son mujeres (porque sí) y que si no les dejan entrar y dicen que ellos son el género opresor, ¡entonces ellas son quienes están ejerciendo opresión por género!

Desde luego, los machirulos ya no saben qué hacer para mantener sus privilegios. Tras el masculinismo, que no les ha servido para parar el feminismo pues se ha demostrado con creces que tan solo son machistas resabiados y desesperados porque ven perder sus privilegios, se unen al transgenerismo, que busca criticar y destruir el feminismo radical (pues ataca al género desde su raíz, tratando de hacerlo desaparecer); y además dicen defender a transexuales mientras les insultan, agreden y expulsan (a quienes hemos padecido disforia y sabemos qué es ser "trans", si estamos contra la ideología transgénero, nos llaman "true scum" -auténtica basura-).

Como inventarse privilegios de las mujeres que no existen no les ha servido, han decidido que si dicen que no son varones, así acaban con las acusaciones de pertenecer al género opresor.

72

Tan solo espero que no lleguen a ningún lado. Y creo que así será, pues no dicen más que bobadas. Que yo diga que soy un pájaro, ni me convierte en pájaro ni me hace sufridor de especismo si me golpean.

Así que dejad esas chorradas de "me siento una persona no-binaria, demichica", etc. Esos géneros no existen.

Guste o no, solo existen dos sexos.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Los y las docentes no tenemos la verdad absoluta.

La Pedagogía es una Ciencia Social. Eso quiere decir dos cosas:

En primer lugar, que la Pedagogía no es una ciencia exacta y, por ende, no funciona como la gravedad. Si yo sostengo un objeto en el aire aquí en España y lo suelto, caerá al suelo, pues será atraído por la fuerza de la gravedad terrestre; y esto mismo ocurrirá si repito la acción en China, en Noruega, en Afganistán o en Chile. Sin embargo, un mismo planteamiento pedagógico no tiene por qué funcionar igual en un país que en otro, ya que cada nación, o pueblo, o comunidad, tiene su cultura. 

En segundo término, hemos de dejar claro que quienes nos dedicamos a la educación y la enseñanza, trabajamos con personas. Y las personas son todas distintas, con sus vidas, sus experiencias, sus ideas...; ergo, una metodología docente puede llegarle de distinta forma a Fulanito, a Pepita, a Menganito y a Anita.

Entonces, no podemos pretender que, como muchos y muchas docentes parece ser que desean con ansia, se nos dé la razón a todas horas, ni que nuestra palabra sea ley; toda autoridad.

Nos podemos equivocar, reconozcámoslo. Parece que a ciertos maestros y a ciertas maestras les molesta, les hiere en su orgullo o algo por el estilo, el tener que admitir esto. Pero es así: nos podemos equivocar y hacer, por supuesto, las cosas mal.

Que hayamos estudiado, 3, 4, 5, 6 años... no nos da un poder mágico otorgado por divinidades ancestrales y que nos lleva a estar en posesión de la verdad absoluta.

Puede ocurrir, perfectamente, que cuando un padre o una madre habla con nosotros/as, esté en lo cierto y resulte que nos hayamos equivocado; puede ser que no vayamos por buen camino en nuestra forma de llevar a cabo nuestro proceso de aprendizaje-enseñanza con su hija o hijo, y que la culpa no esté en que esa criatura, "que no quiere dar un palo al agua o es más tonta que Abundio", sino que estamos haciendo las cosas mal. Perfectamente, puede darse el caso de que ese padre o esa madre no es una persona tarada, rancia, tiquismiquis, retrógrada, pesada... que quiere venir a darnos la lata con sus quejas, sino que el problema reside en nosotras y nosotros, que tenemos la cabeza cuadrada, nos hemos instalado en la Pedagogía del Confort, y no queremos dar nuestro brazo a torcer, lo cual nos lleva a un bucle sin salida que perpetúa nuestra mala praxis.

Abramos los ojos y calmémonos. Nosotros y nosotras, como docentes, no debemos andar con egolatría y creer que somos la crème de la crème. Debemos tener humildad y darnos cuenta de que el único ente importante en este proceso educativo es nuestro alumnado. Nosotras y nosotros tan solo somos una pieza más de su aprendizaje. Pero nada más que eso. No creo que haya que revalorizar la profesión docente ni que se nos vea como salvadores/as del Universo.

En nuestros discentes ha de estar la atención y la clave del proceso educativo. Nuestra función radica, simplemente, en poner a su disposición las condiciones necesarias para que puedan sortear con éxito los obstáculos.

Y todo lo demás, sobre la autoridad, la importancia, la omnipotencia y la omnisciencia del profesorado... no son más que meras pamplinas.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

La prostitución: un oficio como cualquiera.

Hoy os dejo un corto francés (subtitulado al castellano) que compartieron las compañeras de Plataforma Anti Patriarcado, en el que se muestra a una estudiante que será encauzada a una Formación Profesional de "Trabajo" Sexual...


Prostitución es violación.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

La tecnología no es la solución en educación.

Hay quienes se empeñan de forma recalcitrante con la idea de que para mejorar el Sistema Educativo, la solución está en informatizar los centros educativos. "Hay que llenar las aulas de pizarras digitales, proyectores, ordenadores, etc", dicen.

Y se equivocan. La tecnología no es ninguna solución a los problemas de rendimiento académico y al abandono escolar.

Por supuesto, las TICs (Tecnologías de la Información y de la Comunicación), son importantes y ayudan. Son importantes porque hoy día todo está informatizado, y el hecho de incluir ordenadores, pizarras digitales, tabletas, etc, en las aulas, contribuirá a adaptar a los alumnos y las alumnas a la sociedad actual. No podemos tener un alumnado desfasado, claro está. Asimismo, la tecnología ayuda porque nos permite avanzar de un modo más rápido que con los medios tradicionales. Por ejemplo, no es lo mismo coger apuntes escribiendo con el teclado que hacerlo a mano.

Pero esto no cambia nada.

El problema principal no radica en si hay que poner o no más aparatos tecnológicos en un aula. Podríamos estar ahora mismo en la época en la que se inventó la escritura y estar debatiendo sobre si hay que usar o no papiros en clase, y veríamos igualmente que el problema no está en las herramientas a utilizar.

Porque la raíz de la cuestión es esta otra: la metodología didáctica.

¿De qué sirve tener en clase lápices, cuadernos y libros, si el o la docente usa una metodología ancestral, basada en la relación asimétrica de poder, la memorización y la repetición? De nada. Pues lo mismo ocurre con los ordenadores, las tablets, los i-pads, las pantallas digitales, etc. No sirve de nada llenar un centro educativo entero de aparatos electrónicos y luego andar practicando una pedagogía del confort, una pedagogía conservadora, costumbrista, adaptada al profesorado en vez de al alumnado, con los chicos y las chicas en fila, teniendo que escuchar en actitud pasiva todo cuanto dice su docente, etc.

Resultado de imagen de aula con ordenadores

Ya expliqué en otra entrada, que hay que revolucionar la Pedagogía, y eso no quiere decir que hay que imponer en las aulas una revolución tecnológica, sino una revolución en la filosofía educativa, en la didáctica, en la deontología docente.

Hay que promover un cambio; pero no de imagen, sino de raíz. Ya lo dijo Albert Einstein:

"Si buscas resultados distintos, no sigas haciendo lo mismo".

martes, 26 de julio de 2016

400.000

A pesar de mi inactividad que he tenido durante un largo debido al completo giro que ha dado mi vida en tan solo poco más de medio año, este blog ha permanecido con un ritmo constante de visitas. Y ahora que lo he retomado, el crecimiento de las mismas ha sido brutal. Esto ha dado lugar que, sin problemas, haya alcanzado ya... ¡las 400.000 visitas! Y esto es un no parar; un suma y sigue en el que Mejoremos la educación. Mejoremos nuestro futuro, sigue en pie de guerra contra un modelo educativo y cultural que orienta nuestra sociedad al constante desastre.

Espero que el ritmo de este espacio vaya, si no a mejor, al menos por el camino que sigue, a fin de contribuir a una educación mejor, a un futuro mejor.

¡Muchas gracias a todos y todas quienes estáis ahí siguiéndome, a quienes os pasáis de vez en cuando a comentar, a quienes me recomendáis en otros espacios, a quienes compartís mis entradas... e incluso a quienes solo vienen a soltar mierda! ¡Muchas gracias, porque sin vosotras y vosotros, esto no sería posible!

lunes, 16 de mayo de 2016

Los niños y las niñas tienen derecho a no dar ni besos ni abrazos.

Copio y pego un artículo que leí hace ya bastante tiempo pero que hoy he vuelto a ver compartido por Facebook y con el que estoy totalmente de acuerdo:

"Todo el que tenga niños sabe que en la mayoría de los casos lo más normal es que se muestre verdaderamente renuente a dar muestras de afectos tales como besos o abrazos tanto a familiares como a conocidos y lo cierto es que obligarlos a hacerlo de todos modos es la peor de las opciones en cualquiera de los casos. Lo cierto es que obligar a los niños a demostrar afecto que no les nace de manera natural en realidad no los vuelve más sociables sino más vulnerables al abuso sexual y al desarrollo de conductas sexuales de complacencia, aunque los adultos desconozcan estas graves consecuencias.

Lo máximo que se le puede solicitar a un niño es que trate a los otros con respeto, pero nunca que haga demostraciones solamente por contentar a dicha persona o al adulto que se lo indica, ellos deben tener siempre el control de las elecciones en lo referente a su cuerpo y a la forma en la que interactúan con los otros, ya que mientras más rápido asimilen que tienen el total derecho de decidir qué hacer y con quienes, mejor será su desarrollo personal y más positiva su visión sobre si mismos, aprendiendo a respetarse y a cuidarse siempre, sin importar lo que digan los otros, algo que aunque parezca simple en una situación cotidiana de “dale un beso a la tía o se pondrá triste”, en realidad tiene un significado realmente importante en cuanto a no dejar paso a la manipulación, a la obligación o al condicionamiento.

Especialistas en el tema como la cofundadora y directora ejecutiva de Kidpower Teenpower Fullpower InternationalIrene van der Zande que maneja esta agrupación sin fines de lucro que se especializa en brindar información sobre prevención de la violencia y seguridad personal, indica:

“Cuando forzamos a los niños a someterse al afecto no deseado para evitar ofender a un familiar o lastimar los sentimientos de un amigo, les enseñamos que sus cuerpos en realidad no les pertenecen porque tienen que dejar a un lado sus propios sentimientos sobre lo que se siente bien para ellos”…“Esto lleva a que los niños sean abusados sexualmente, a que las adolescentes se sometan a comportamientos sexuales para ‘que yo le guste’ y a que los niños soporten el bullying porque todos están ‘divirtiéndose’”.

La gran mayoría de los padres no consiguen observar la magnitud del problema, obligar a un niño a tocar a la gente de forma inofensiva cuando ellos no lo sienten de forma natural los deja vulnerables a cualquier otra situación de riesgo con pederastas, teniendo en cuenta que en un alto porcentaje de casos de pedófilos, el abusivo es un conocido del niño, es sumamente probable que los adultos hayan obligado al niño a demostrarle “afecto” a ese individuo con anterioridad, por lo que el mensaje es realmente confuso para el pequeño, que se verá obligado a soportar los abusos ya que siente que eso es lo que sus padres quieren que haga.

Ursula Wagner, especialista de salud mental explica por su parte:
"Envía un mensaje de que hay ciertas situaciones en las que lo que hacen con sus cuerpos no depende de ellos". "Si son obligados a mostrar afecto aunque no quieran, más adelante los hace vulnerables al abuso sexual".
Si no nos parece bien que una persona tenga que ceder ante su pareja para "no frustrar su deseo y sus sentimientos", tampoco debería parecernos bien que una criatura deba ceder para "no dañar" a la tía, al primo, a tal conocida o al abuelo.

No es no; incluso cuando se trata de niñas y niños.

martes, 14 de julio de 2015

La educación del miedo.

Nuestra educación se basa en el miedo.

- Miedo a suspender. 

- Miedo a un negativo.

- Miedo a quedarte sin recreo si no traes los deberes hechos a clase. 

- Miedo a la bofetada que te puede caer si llegas a casa con alguna asignatura suspensa.

- Miedo a elegir la opción que tu familia no aprueba en tu plan de estudios. 

- Miedo a no pasar la Selectividad, o la reválida. 

- Miedo a suspender una asignatura en la Universidad y no poder pagar las tasas el curso siguiente.

- Miedo a que te miren mal si eres niño y quieres jugar con muñecas o si eres niña y quieres jugar a la pelota.

- Miedo a equivocarte si tu maestro o maestra te pregunta. 

- Miedo a preguntar una duda en clase porque puedes quedar como ignorante. 

- Miedo a que te pongan un parte. 

- Miedo a que te expulsen del centro. 

- Miedo a llegar un poco tarde a casa y tu padre y/o madre te castigue. 

- Miedo a no obtener el título académico. 

- Miedo a que tus notas no sean lo suficientemente buenas como para poder entrar en la carrera de tus sueños. 

- Miedo a que te vean como una persona vaga por haber preferido no estudiar a sí estudiar. 

- Miedo a que la Formación Profesional o la carrera universitaria que estudias no te permita encontrar un empleo. 

- Miedo a que los estudios que cursas sean socialmente considerados como insuficientes y te veas en la obligación de seguir estudiando y no tener dinero para seguirte formando. 

- Miedo a la bronca de tu docente. 

- Miedo al examen. 

- Miedo a que tu tutor o tutora te diga que quiere hablar con tus padres y/o madres, por si acaso la conversación es acerca de algo malo. 

- Miedo a equivocarte en el examen y que eches a perder todo un curso de esfuerzo en un solo día. 

- Miedo a no estar en posesión de los llamados "contenidos mínimos".

- Miedo a que te vean como un fracaso.

Miedo, miedo y más miedo. 

¿No es hora ya de ir cambiando esto?

lunes, 20 de abril de 2015

¡300.000 visitas!

Ayer, este blog llegó a las... ¡300.000 visitas! Y estoy bastante contento. Un blog que empezó con entre 5 y 10 visitas diarias... hoy día, a unos meses de cumplir los 5 años (lo abrí en Noviembre del 2010) pasa de las 300. 

Así que quiero daros las gracias a quienes estáis en el otro lado, siguiendo mi blog, comentando... o simplemente leyéndolo desde el silencio. 

Las 300.000 visitas no son mías, son vuestras; pues si no pasaseis por aquí, este espacio no tendría sentido.

Como dijo Desmond Tutu: "Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor".

Así que espero seguir contando con vosotras y vosotros, y así seguir avanzando en la lucha por acabar con la injusticia; en la lucha por una sociedad libre y equitativa.

Mantengámonos firmes en la lucha contra el patriarcado, la autoridad, el clasismo, la xenofobia, la homofobia, el racismo, el especismo, el adultismo...Y que el miedo cambie de bando.



martes, 14 de abril de 2015

Yo no soy trapacero/a.

Se está promoviendo una campaña, con la que estoy totalmente de acuerdo, que persigue que en el diccionario de la RAE se elimine como una de las definiciones del concepto "Gitano/a", la siguiente:

- Trapacero/a. Que estafa u obra con engaño.

Y es que, como el ser de piel negra, homosexual, mujer, procedente del extranjero, etc, el ser de la etnia gitana no convierte a una persona en ladrona, embustera, trapacera ni delincuente.

Basta ya de prejuicios y de discriminaciones, por la razón que sea. He conocido a gitanos y gitanas que eran gente bien decente; y a payos y payas bien harpías, cínicas, poco de fiar y bastante escoria.

Yo estoy con el pueblo gitano. Y por eso publico esta entrada apoyando y dando visibilidad a la campaña. Porque ser gitano o gitana... no te hace una persona trapacera.


viernes, 27 de marzo de 2015

¿De quién es la Educación?

La Educación no es del Estado. No es de un Gobierno. No es cosa de docentes. No es algo que lleven a cabo solo padres y madres. No se da en un punto en concreto. No debe ser usurpada por entidades privadas para intereses financieros. No ha de pertenecer solo a los y las menores de edad, pues no debe guardarse simplemente para las personas en un pequeño instante de su vida. No debe tener fronteras. No pertenece solo a varones, o a heterosexuales, o a gente de piel blanca. La Educación no debe estar atada a un centro educativo, provisto de rejas y vallas. No se adquiere tragando libros. No debe acapararla una entidad religiosa. No fue creada para gente capaz de alcanzar la "excelencia"; menos aún cuando ningún ser humano del mundo es "excelente". No es de bilingües. No es de las empresas, quienes pueden utilizarla a su antojo cual herramienta. 

La Educación es de quien vive en Francia, Colombia, Afganistán, Egipto, Nigeria... Es de gente alta, mediana, baja. Es de personas de piel negra, blanca, morena. Es de quien camina y de quien va en silla de ruedas. Es de personas con ceguera, sordomudez, autismo, parálisis cerebral, leucemia, espina bífida... y de gente malamente llamada "normal", pues nadie en este mundo es "normal". Es de quien se le dan bien las matemáticas y de quien se le dan mal. Es de quien quiere dedicarse a la Medicina, a la Física, a la Ingeniería, a la Pedagogía... y de quien quiere dedicarse a la mecánica, la fontanería, la alfarería, la peluquería, a la música... Es de quien quiere ser profesional del deporte y de quien no. Es de quien le gusta leer y de quien no. Es de quien le aburren las Ciencias Naturales y de quien le fascinan. Es de quien quiere estudiar y de quien no quiere hacerlo en ese momento.

Porque la educación es de vosotros y vosotras; es de nosotros y nosotras; es de ellas y ellos; es de él; es de ella; es tuya; es mía.

La Educación... nos pertenece a todo el mundo. Es de la sociedad.


Que no nos engañen:  
nadie tiene derecho a  
robarnos la educación.

lunes, 23 de febrero de 2015

Alma pedagógica. Crear sentimiento.

Tal y como dejo claro en la página que tengo en este blog bajo el título de ¿Por qué este blog?, la cultura de nuestra sociedad es clasista, opresiva, sexista, machista, androcentrista, adultista / adultocentrista, confesional, racista; homófoba... y por ello mucha gente buscamos cambiar esto a mejor, para que todas las personas sean tratadas por igual, con respeto, y podamos vivir en libertad.

Y si hay algo que me preocupa de entre la gente que somos anarquistas, feministas, anti-racistas, anti-capitalistas, anti-especistas, etc, es que muchas veces me topo con quienes tienen una falta considerable de alma pedagógica.

Ya sé que muchas y muchos tienen que estar hasta las mismísimas narices de repetir lo mismo una y otra vez para que al final su discurso no lleve a nadie porque su interlocutor o interlocutora, no es que exponga argumentos en contra y mantenga otra postura diferente, es que simplemente no escucha, te trata como un ser inferior y echa por tierra todo lo que le muestras por muy bien argumentado o demostrado científicamente que esté.

Pero, como comenté en la entrada anterior, hay que cambiar la educación al completo si de verdad queremos ver resultados. 

Vamos a ver. Imaginemos que yo soy vuestro profesor de una asignatura (pongámosle, por ejemplo, Matemáticas) y que no entendéis algo (las derivadas). Entonces me preguntáis las dudas que tenéis y me pedís que lo explique de nuevo. ¿Os imagináis que yo os respondiese: es que yo no soy educador y a mí me tienes que venir ya formado/a? Como para mandarme a la mierda, ¿cierto?

Pues eso pasa entre muchas personas que luchamos por cambiar la sociedad. Hay quienes han perdido ya la paciencia y cuando alguien les asalta con preguntaa, le responden: "Es que yo no soy educador/a"; o "A mí me vienes formado/a y luego hablamos"; o "Es que yo estoy en lucha, no de cháchara". 

Y así andamos: que no se llega a la gente.

Está claro que hay quienes solo quieren molestar; que en verdad no les importa un pimiento lo que les vayas a responder. Pero, ojo, esto es la red, y por aquí no solo hay machistas, clasistas... leyendo. Por aquí hay mucha más gente que nos lee desde las sombras. Gente que va y viene; gente que nos sigue... Gente, al fin y al cabo, a quien podemos llegar y ayudar a abrir los ojos contra las distintas opresiones. 

Y claro, si dejamos que el resto nos asalte con sus preguntas, dudas, discursos... y nuestra respuesta es la de "yo no formo ni informo; márchate y ven cuando hayas aprendido", pues... ¿qué esperáis que vayamos a conseguir? Pues nada. Incluso esa actitud, pienso, llevará a que quien tenga dudas sobre qué pensar, se decante en favor de la postura que no queremos que adquiera.

Hay que tener más paciencia y más alma pedagógica. Que sí, que es una lucha, no lo dudo. Pero llevar las riendas de la educación también es, desgraciadamente, un estilo de lucha. Por ello la Iglesia, el Estado, quienes se han movido en su contra... siempre han pretendido acaparar el Sistema Educativo.

Y si no vamos a hacer nada por evitar que sea el hetero-patriarcado capitalista, esclavista y consumista quien hace uso de la educación, a través de los medios de información, los centros de enseñanza, la publicidad, etc, siendo nosotras y nosotros quienes eduquemos, entonces tened la seguridad de que seguiremos perdiendo.

Porque eso es lo que estamos haciendo: perder. Desde el día primero que alguien se levantó contra el sistema, ya estábamos perdiendo. Hemos cambiado cosas, pero el sistema sigue ahí; y mientras siga ahí el sistema, seguiremos perdiendo. Y lo que no podemos hacer es dejar ganar o quedarnos sin ganas de vencer.

Sé que puede llegar a resultar desesperante.

Comprendo que a veces resulte frustrante toparse con una mujer machista y tener que soltarle: "¡Pero es que eres una mujer, no puedo creer que pienses así, tragándote el cuento machista. No entiendes nada!". Triste, pero cierto: es que en realidad no entiende nada. Ha sido educada de un modo y no conoce otra realidad. Puedes tener razón, el discurso más bonito o incluso salir a la calle con la bandera morada más grande de todas y volverte a casa sin haber conseguido nada, con el enemigo riéndose de ti; solo por eso: porque las mujeres machistas y los varones que podrían llegar a soltar sus privilegios pero no lo hacen.. no te entienden.

Puedes gritarle al oído a un obrero o una obrera que va a trabajar un día de huelga general que es un trabajador, una trabajadora, que qué hace que no lucha por sus derechos y se deja pisotear por la patronal. Pero es que muchas veces hacer una huelga, llevar a cabo la lucha, no tiene nada que ver con las ganas de luchar o el discurso que se tenga, sino con la unión, la fuerza y el hacerse entender. Si ese obrero o esa obrera tiene miedo porque le pueden despedir, da igual cuánto de negra y roja sea tu bandera, o que le digas que "la Tierra será el paraíso, patria de la humanidad", en tanto que a ese hombre o esa mujer no le quedará más remedio que ir al trabajo en ese día de huelga.

Tenemos que llegar a la gente. Y eso solo se hace con alma pedagógica; aunando los sentimientos de las personas y que éstas quieran escucharnos y seguirnos. Tenemos que hacernos entender y para ello a veces es necesario desprendernos de ciertas palabras y modificar nuestro lenguaje para que nos comprendan.

Porque hacer política, producir cambio, en la mayoría de las veces lo importante no es tener la razón, aunque la tengamos, sino que lo importante es hacernos comprender y generar sentimiento. 

Podemos analizar hasta el más mínimo micro-machismo, mostrar cómo el materialismo consume nuestras vidas y nos vuelve infelices, cómo dos personas de países diferentes son seres humanos que han de estar sujetos a los mismos derechos, o cuán bonito es nuestro discurso y cuánto de grande es nuestra bandera, que nos volveremos a casa con la cabeza gacha, con la frustración de siempre, la bandera pisoteada, nuestras palabras enterradas y el enemigo o la enemiga riéndose de nuestro ridículo. Y todo porque la gente comprende el discurso de nuestra enemiga y nuestro enemigo, y les prefieren, se identifican con su parecer. Todo porque nuestra lucha parece un bocerío de cabras locas; una lucha de radicales sin escrúpulos.

Es así cuando la gente, en lugar de seguir nuestro sendero, nos tiene miedo. Miedo porque piensan que las y los feministas no somos más que gente que no ha hecho el amor en su vida y que vemos las cosas como las vemos porque necesitamos un buen polvo. Miedo porque opinan que las y los anarquistas somos "pone-bombas" y que queremos que reine el desorden. Miedo porque creen que el respeto a los y las inmigrantes traerá más paro y hambre.

Y entonces, cuando quieren aproximarse y tratar de comprender nuestro discurso, les respondemos con un "vete a la mierda que yo no educo, sino lucho; vete a leer y luego vuelve", reforzando su miedo y su repulsa hacia nuestros colectivos.

Alma pedagógica; crear sentimiento: eso es lo que hace falta. Y sin esto, en serio, no llegaremos a nada.

jueves, 19 de febrero de 2015

Menos "educación para..." y más cambiar la educación.

Veo y escucho mucho eso de "hay que fomentar la Educación para la Igualdad";  "asignatura de Educación para Inserción a la Vida Adulta"; "es bueno que exista la materia de Educación para la Ciudadanía"; "¿qué tal si promovemos la Educación para la Paz"; etc.

Sí, se habla mucho de educación para algo... Pero, lamentablemente, la educación en sí no tiende a perseguir ese algo... y así andamos.

¿Qué importa que un tutor o una tutora de un Instituto cualquiera imparta clase de una asignatura optativa sobre Educación para la Igualdad de Género porque así lo exige el centro si luego él o ella se pasa la vida en el resto de materias soltando frases machistas?

¿Cómo va a funcionar la Educación para la Paz si el propio Sistema Educativo está organizado de tal modo que fomente la competitividad, la desunión del alumnado, el enfrentamiento?

En serio; me parece absurdo.

Vale, sí, es mejor que nada. Al menos en esas clases se puede hacer reflexionar, tratar de mostrar un punto de vista diferente a fin de intentar calar en alguien y que, contra toda la basura que el sistema hetero-patriarcal, esclavista y capitalista nos inculca, se pueda contribuir al cambio social.

Pero, ¿por qué no mejor cambiamos el Sistema Educativo de modo que sea feminista, anti-capitalista, cooperativo, participativo, horizontal, sin jerarquías, plural, diverso, inclusivo, anti-fascista, innovador...?

Seguro que así, sí que conseguimos algo... y no caeríamos en la estupidez de pensar que "como he enseñado un poco de esto pero el niño o la niña ha salido como el sistema quiere, es que la cultura y la educación no sirve de nada y está todo en sus genes".

Porque no. Con un poquito de formación no se transforma el mundo; y no, con un poco de coeducación, de pedagogía libertaria, etc, no vamos a ningún lado.

Estaría bien dejarnos de tanta "Educación para..." y más bien transformásemos la educación. 

Entonces sí que empezaríamos a ver resultados mucho más rápido.

sábado, 17 de enero de 2015

Criticar el machismo... para justificar el machismo. La estrategia del neo-machismo.

Los grupos MRAs y masculinistas (es decir, neo-machistas) tienden en ocasiones, y éste es el punto que les ayuda a camuflar su misoginia, a criticar el machismo. Pero, por supuesto, su intención no es en absoluto la de acabar con el sistema patriarcal que oprime al género femenino. Su crítica al machismo sirve para vestirse con piel de cordero y así poder promover y llevar a cabo ideas machistas.

Y esto es lo que vamos a ver con esta entrada, a fin de que se muestre claramente cómo estos grupos autodefinidos como igualitaristas, emplean la estrategia de criticar el machismo a fin de poder promomover, de un modo camuflado y con un discurso diferente, el machismo de toda la vida.


Truco 1: El arte de la violación. Digo... seducción

Muchas veces los neo-machistas, a la hora de enseñar y practicar "técnicas de seducción", dicen lo siguiente:

"Si quieres ligar con una mujer, sepárala de sus amigas. Recuerda que la sociedad es machista y las mujeres que ligan con hombres son vistas como rameras; como zorras. Es necesario que consigas mantenerla lejos de sus amigas, para que no se sienta inhibida ante la posibilidad de quedar como una guarra delante de tus compañeras y así sea ella misma y tú puedas ganártela".

La idea es clara: criticar la idea popular de que una mujer que liga es una prostituta, a fin de promover otra: que las mujeres son todas tontas de remate, que no saben lo que quieren, que no tienen personalidad propia, y que solo los varones saben lo que las mujeres quieren (especialmente los varones neo-machistas). Y como los varones saben lo que quieren las mujeres, entonces lo que diga una mujer en un determinado momento no cuenta, no vale. Al fin y al cabo "no es más que una loca histérica y cohibida que requiere de un macho que use tácticas para hacerla descubrir lo que ella desea".

Es por ello que machirulos como Jeremías Pérez, alias Álvaro Reyes, en sus cursos de violación seducción dice cosas como:


Y después de soltarte todo esto, después de promover la violación y adjudicar que las mujeres son todas imbéciles, como han criticado algo de machismo, te sueltan lo de "Eeeeh, que yo no soy machista".


Truco 2: El "progre" aprovechado.

Dicen que no hay diferencia alguna entre un machista de derechas y uno de izquierdas. Son machistas y punto. Y es cierto. Muchos "progres" son "progres" hasta que les tocan sus privilegios. Háblale de opresión de clase y saltará cual perro rabioso a criticar a la burguesía, a defender los derechos del proletariado y las clases bajas, a comentarte todo cuanto pueda sobre derechos humanos, etc. Pero, ¡ay!, háblale sobre el machismo, el sexismo, la sociedad patriarcal... y puff, sus ansias de alcanzar una sociedad justa e igual, desaparecerán.

Porque tocar los privilegios de quienes le oprimen, está bien. Pero cuando se trata de tocarle sus propios privilegios... eso, al "progre" machirulo, ya no le gusta tanto.

Y es por ello que cuando llegan a reconocer que hay machismo, lo critican y dicen (dicen) luchar contra él, no tardan en utilizar reivindicaciones de izquierdas para aprovecharse de las mujeres. Veamos algunos ejemplos:

Ejemplo 1: Apoyar el divorcio, pero salir beneficiado:

Éste es el caso de aquellos que opinan que el matrimonio no es para toda la vida y están a favor del divorcio... pero que cuando llega el divorcio, si han optado por la división de roles y han disfrutado de chacha, psicóloga, maestra, pedagoga, enfermera, etc, gratis, no reconocen el trabajo desempeñado por su ex durante el matrimonio y se quejan de tener que pagar una compensación.

Ejemplo 2: "Un hombre debe ayudar en casa. Pero eso: ayudar (lo justito); nada de colaborar con lo que le corresponde": 

Éste es el caso de esos que critican el machismo y se creen papás súper revolucionarios e igualitaristas solo por cambiar un par de pañales, barrer dos días a la semana y jugar con la criatura, cuando a quien le tocaba ir a hablar con el tutor o la tutora, llevar al niño o la niña al ambulatorio cuando enfermaba... en resumen, la doble jornada laboral (dentro y fuera de casa), era, siempre, a la madre. ¡Y ojo con que sea una mujer la que relega en su marido las tareas domésticas y se pasa mucho tiempo fuera de casa trabajando, que se arma la de Dios es Cristo!

Ejemplo 3: El capitalimo no está mal siempre y cuando el beneficiado sea un varón:

También encontramos quienes buscan un buen empleo y trabajan duro para ascender laboralmente en la empresa sin decir ni pío, pero que cuando ven hacer lo mismo a una mujer (solo en este caso), se acuerdan de repente de la injusticia socio-económica y exclaman, horrorizados, que está muy mal ser una pequeño-burguesa porque con ello se le hace el juego al capitalismo.

Ejemplo 4: El aborto masculino. (¿?). El abandono infantil:

Otro clásico es la frase famosa de "Si yo estoy de acuerdo con el aborto, por supuesto. Quiero que las mujeres sean libres de decidir sobre su propio cuerpo. Pero si ellas tienen aborto, yo también quiero poder tener aborto masculino".

O lo que es lo mismo: "Yo estoy de acuerdo de boquilla que tú seas libre, pero en el fondo utilizaré una estrategia para ponerte sibilinamente una soga al cuello, seguir oprimiéndote y salirme con la mía".

Éste es el "progre" machirulo que quiere sexo libre... pero solo para los varones. Es el que quiere poder acostarse con todas, pero no tomar responsabilidades. Es el que quiere que las mujeres puedan acostarse con quienes quieran solo para ver si él pilla cacho, pero que llama puta a la que no se acuesta con él, sino con otros. Es el que llama frígida a la que no cede a su presión. Es el que está a favor de que haya métodos anticonceptivos... pero que los sigan tomando las mujeres, porque luchar en favor de métodos anticonceptivos tales como una píldora anticonceptiva masculina, no lo va a hacer nunca (y el día que salga, no la tomará). Y cuando sus artimañas no funcionan, pues recurre a la prostitución (para lo cual le viene bien el sistema capitalista y que la pobreza siga femeneizada).


Está claro que prefieren criticar el machismo en su justa medida, no sea que tengan que empezar a ser personas maduras y responsables.


Truco 3: "El machismo existe, y está mal, pero no en mi país".

La mencionada frase es una de las más repetidas entre ciertos neo-machistas. Porque hay quien niega que el machista exista; pero los hay que afirman su existencia, solo que no es algo que ocurra en sus países.

Así, por ejemplo, cuando leen un artículo sobre una supuesta violación producida en una nación islámica, no tardan en criticar a los musulmanes, llamándoles bestias, violadores, machistas, terroristas... y de todo cuanto se les pasa por la cabeza. Ahora bien, si el artículo habla acerca de una supuesta violación producida en España, Francia, Portugal, Italia, Reino Unido, Argentina, Canadá... entonces consideran que "la chica estaba mintiendo", que "lo que se pretende es quitar el honor y la honradez al género masculino", que "dónde está la presunción de inocencia que el feminazismo ha hecho desaparecer", que "ya hay otra denuncia falsa más y pobrecitos nosotros los varones", y bla, bla, bla, bla.

O también, si ven a una mujer con burka, comentan: "Esto en mi país no pasa. Aquí no controlamos la forma de vestir de nuestras mujeres", con lo cual, para empezar, están diciendo que las mujeres no son de sí mismas, sino de ellos; y para terminar, no ven que en nuestras culturas a las mujeres se las objetiviza sexualmente al mismo tiempo que se fomenta que "si llevaba falda es que iba provocando y quería que la violasen".


Truco 4: "Yo defino qué es el machismo".

Otro truco está en que son los machistas y neo-machistas quienes tratan de definir qué es machista y qué no, de tal modo que solo son criticables las actitudes machistas que ellos permiten criticar, y no todas cuantas se señalan desde el feminismo. Ejemplos de esto:

Ejemplo 1: "Solo es un chiste":

Así pues, si eres mujer y te mandan a fregar o hacen una "gracia" sobre los malos tratos o las violaciones hacia las mujeres, ya no es machismo, según ellos, sino "un chiste, y tú una loca, frígida e histérica que no tiene sentido del humor".

Ejemplo 2: Cursos de violación seducción:

De esto se ha hablado en el truco primero, pero es necesario recalcarlo para este apartado. Si realizan vídeos de "seducción" donde se enseña a violar... te dicen lo de: "Pero si yo no soy machista. Solo enseño a los chicos a ver que las mujeres, las muy tontas, no saben lo que quieren".

Ejemplo 4: Si sigues lo socialmente considerado femenino y eres mujer, entonces no puedes ser feminista:

Ocurre que si eres una mujer feminista y te depilas o te maquillas, o haces algo socialmente considerado como femenino, te señalan: "¿Ves cómo no eres feminista? Te maquillas y maquillarse no es de feministas". Cuando lo feminista no es ni maquillarse ni no maquillarse, sino elegir libremente lo que a cada cual le da la gana hacer.

Ejemplo 4: Nada de favorecer a la igualdad:

Está claro que la discriminación positiva es importante para ayudar a los grupos oprimidos o desfavorecidos, porque contribuye a darles un empujón que les permita empoderarse y vivir libre y felizmente en la sociedad.

Es por esto que a los y las estudiantes procedentes de familias pobres se les otorgan becas para el estudio. Es por ello que a las personas extranjeras se les dan cursos especiales para el empleo. Es por este motivo por el cual existe un Día Mundial de la Infancia, pero no de las personas adultas, etc.

Y parece que se ve bien en la sociedad. Pero cuando se trata de ejercer la discriminación positiva en favor de las mujeres... ¡eso ya parece que molesta! De tal modo que los masculinistas (neo-machistas) se quejan de que haya un Día Mundial de la Mujer y no uno del varón; de que no se hable de violencia de género contra los hombres (¡no existe!); de que exista la Historia de las Mujeres; etc.

Ejemplo 5: "Si te molesta el acoso callejero, mátate":

O por ejemplo, ocurre cuando te sueltan un "piropo agradable", les señalas su machismo porque tú no le has pedido su opinión, ni deseas valer únicamente por tu aspecto físico y no quieres que te molesten cuando caminas por la calle, y te responden "que solo es machista un te la meto, chúpamela..., pero no un preciosa, guapa, etc".

Es decir: que tu palabra como mujer, para estos tipos, no vale nada. Parece que solo te queda suicidarte si no les quieres aguantar.

Ejemplo 6: El varón como víctima oprimida del matriarcado

La idea esencial del neo-machismo es darle la vuelta a la tortilla y poner al grupo opresor como oprimido, hasta el punto de que Hitler acaba viéndose como oprimido por la gente a la que mandaba gasear porque le salió muy cara la factura del gas...

Ejemplo 7: "Hay feministas, pero tú no eres feminista":

Es el caso de quienes te argumentan que las y los hay feministas pero también feminazis y que tú no eres feminista, sino feminazi (o lo que es lo mismo: "vale que seas un poco feminista, pero no que quieras radicalmente la igualdad").

Ejemplo 8: La violencia está mal hasta que se agrede a una feminista:

Esto se da cuando critican que un varón agreda a una mujer por ser mujer, pero cuando esa mujer es feminista, entonces "se lo merecía, porque a las sumisas hay que tratarlas con cariño y respeto, pero a las que luchan por bajar a los varones del podio, hay que cargárselas, que los privilegios no hay que perderlos" (véase, por ejemplo, lo que ocurre con Anita Sarkeesian).


Truco 5: Con la ley ya está todo hecho:

Muchas veces los machirulos critican las leyes injustas volcadas en contra de las mujeres. Pero se quedan ahí. Su crítica nunca va dirigida a su modelo de masculinidad, ni a sus privilegios, ni a la desigualdad ejercida no por la ley sino por la ciudadanía. Opinan que con que haya igualdad ante la ley, todo está arreglado y que con ello la desigualdad ha desaparecido, de tal manera que critican algo de machismo para perpetuar el sistema patriarcal.


Truco 6: Defendiendo a las mujeres maltratadas... promoviendo y facilitando que las maltraten.

Como los neo-machistas no tienen argumento alguno para defender su ataque ante una retaíla de denuncias falsas en masa inexistente, ya que ningún estudio corrobora sus afirmaciones, han decidido, muchos de ellos, usar una estrategia para promover el hecho de que se defienda la absurda idea de que muchísimas mujeres son unas brujas malas malísimas que denuncian falsamente a los pobres varones, para salirse con la suya: y este truco consiste en decir que su interés está en defender a las mujeres víctimas de la violencia de género, aunque en realidad con su estrategia están dejando a las mujeres más vulnerables.

¿Cómo hacen esto? Muy sencillo:

Primero saltan con que están en contra de la violencia de género, que hay que erradicar los malos tratos hacia las mujeres cuanto antes y se muestran como fervientes luchadores contra el machismo. Después de esto, alegan que el 894,23 % de las denuncias por malos tratos realizadas por mujeres, son falsas. Y cuando les dices que no hay prueba de ello, que solo son machistas que pretenden hacer que las mujeres queden desprotegidas, con miedo a denunciar por ser tildadas de delincuentes y sin derecho a la presunción de inocencia, te comentan:

"Si no es por hacer mal. Yo lo digo por hacerle bien a las mujeres. Las hay, como te comentaba, que son maltratadas. Y las denuncias falsas perjudican a las que son maltratadas de verdad".

Lo cual es incierto. Inventarse que hay denuncias falsas que no hay, no ayudará a las mujeres que sufren malos tratos, sino a los maltratadores. Si la sociedad recibe a una mujer víctima de violencia de género con distancia e incredulidad, poniéndose en la posición de que es una bruja embustera, entonces tendrá miedo de denunciar. Y no solo eso, sino que además se cuestionará a si misma su afirmación de estar siendo maltratada, de tal modo que caerá en el tópico de que "quien bien te quiere te hará sufrir" y dudando de sí misma y de sus palabras.


Resumen:

El machismo no se da únicamente por una bofetada, una violación, un insulto o un "en casita y a barrer". El machismo es causado por todo un sistema de dominación patriarcal que afecta a las mujeres de diversas formas y en varias esferas de su vida.

Por lo tanto, estancarnos en lo superficial, en lo más visible o en cuatro puntos contados, sin profundizar en cada uno de los rincones en donde el machismo y la misoginia se esconden, no servirá de nada para acabar con la dominación masculina.

Y pueden venir a prometernos y jurarnos montones de neo-machistas que de machistas no tienen nada solo porque ellos no golpean a sus parejas, lavan dos platos en casa o recogen al niño o la niña en el colegio.

Ser feminista, esto es, buscar la igualdad, no implica cambiar tres actitudes contadas o pensar que lo que se está haciendo bien es un favor que se le hace a las mujeres.

Ser feminista implica un compromiso claro, total y radical con la equidad entre los sexos y la libertad de las mujeres, en tanto que es lo moral y lo justo. Supone ceder privilegios y cambiar el orden social (pre)establecido en detrimento del poder de los varones y en favor de las mujeres, el colectivo dominado.

Supone no criticar machismo para poder perpetuar sibilinamente y con otro discurso el machismo.

E implica no inventarse nuevos movimientos con aires de victimismo misógino cuyo única intención es la de mantener y perpetuar la androcracia, esto es, el fascismo donde quienes mandan, son valorados y tienen el control y el poder... son los varones.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...